Los diabéticos necesitan más magnesio y a la vez pierden más magnesio que la mayoría de la gente. El magnesio es necesario para la producción, función y transporte de la insulina.

Un nivel bajo de magnesio, ampliamente reconocido como un marcador para la diabetes, ocurre en el 40% de los pacientes diabéticos. La falta de magnesio aumenta el riesgo de la enfermedad cardiovascular, síntomas a los ojos y daño a los nervios en los diabéticos, mientras que el suplemento puede prevenirlos.

El magnesio es un factor necesario en la producción de energía de las reservas del azúcar en los músculos y el hígado. La sobrecarga de azúcar puede causar deficiencia de magnesio de varias maneras. El azúcar procesado carece de vitaminas y minerales, dejando sólo calorías vacías que no proveen nutrientes de valor.

Investigación nutricional reportada por el Dr. Abram Hoffer (quien originó, con Linus Pauling la medicina ortomolecular) muestra que el proceso de refinación del azúcar remueve el 93% del cromo, 89% del manganeso, 98% del cobalto, 83% del cobre, 98% del zinc, y 98% del magnesio, todos esenciales para la vida. Adicionalmente el cuerpo tiene que extraer de sus propias reservas de minerales y vitaminas para asegurar la digestión del azúcar.

La inhabilidad para utilizar el azúcar resulta en la formación de productos tóxicos tales como el ácido pirúvico y otros azúcares anormales que se acumulan en el cerebro, el sistema nervioso y en los glóbulos rojos, donde interfieren con la respiración celular y propician enfermedades degenerativas.

El magnesio juega un rol principal en la secreción y la función de la insulina; sin éste, la diabetes es inevitable. La deficiencia medible de magnesio es común en la diabetes y en muchas de sus complicaciones, incluyendo las enfermedades cardiacas, daño a la vista, presión alta y obesidad.

Cuando el tratamiento de la diabetes incluye el magnesio, estos problemas se previenen o son minimizados. Además sabemos que el agua rica en magnesio de ciertas comunidades confiere un efecto protector contra la enfermedad.

La suplementación de magnesio mejora la respuesta de la insulina, mejora la tolerancia a la glucosa y reduce la viscosidad de las membranas de los glóbulos rojos.

El magnesio parece ser esencial en el tratamiento de la enfermedad periférica vascular asociada con la diabetes.