MAGNESIO

Grandes beneficios en

PROBLEMAS DE ALZHEIMER Y PARKINSON

La habilidad del cuerpo para absorber magnesio declina con la edad, de manera que las personas de tercer edad están en riesgo particular.

Considerables investigaciones han demostrado que las neuronas cerebrales afectada por la enfermedad de Alzheimer tienen significativamente niveles más altos de aluminio que las neuronas normales. Los pacientes de Alzheimer tienen también consistentemente niveles de magnesio más bajos dentro del hipo campo, el área del cerebro más dañada por la enfermedad.

El aluminio puede reemplazar al magnesio en ciertos sistemas de enzimas en el cuerpo, imitando su función pero causando daño. El aluminio también puede reemplazar al magnesio dentro del cerebro, que deja a los canales de calcio de las células nerviosas cerebrales ampliamente abiertas, permitiendo que el calcio inunde, causando muerte celular.

De forma similar, con la enfermedad de Parkinson el aluminio puede ser un factor contribuyente en la degeneración del sistema nervioso central.

Las enzimas funcionan en el cuerpo solamente cuando tienen acceso a los cofactores apropiados, que son mayormente vitaminas y minerales, especialmente magnesio, selenio, vitamina G, vitamina B6 y vitamina E.

Metales pesados como el cadmio, aluminio y plomo se juntan a ciertas enzimas, expulsando minerales tales como el magnesio y/o impiden la actividad normal provocando la destrucción de la célula.

La investigación indica que suficiente o bastante magnesio en el cuerpo protegerá las células cerebrales de los efectos dañinos del aluminio, del birilio, del cadmio, del plomo, del mercurio y del níquel. También sabemos que los bajos niveles de magnesio en el cerebro contribuyen a la deposición de metales pesados en el cerebro que anuncian las enfermedades de Parkinson y Alzheimer.

La habilidad del cuerpo para absorber magnesio declina con la edad, de manera que las personas de tercer edad están en riesgo particular

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El aluminio puede reemplazar al magnesio en ciertos sistemas de enzimas en el cuerpo, imitando su función pero causando daño. El aluminio también puede reemplazar al magnesio dentro del cerebro, que deja a los canales de calcio de las células nerviosas cerebrales ampliamente abiertas, permitiendo que el calcio inunde, causando muerte celular.

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Las enzimas funcionan en el cuerpo solamente cuando tienen acceso a los cofactores apropiados, que son mayormente vitaminas y minerales, especialmente magnesio, selenio, vitamina G, vitamina B6 y vitamina E.

Metales pesados como el cadmio, aluminio y plomo se juntan a ciertas enzimas, expulsando minerales tales como el magnesio y/o impiden la actividad normal provocando la destrucción de la célula.

La investigación indica que suficiente o bastante magnesio en el cuerpo protegerá las células cerebrales de los efectos dañinos del aluminio, del birilio, del cadmio, del plomo, del mercurio y del níquel. También sabemos que los bajos niveles de magnesio en el cerebro contribuyen a la deposición de metales pesados en el cerebro que anuncian las enfermedades de Parkinson y Alzheimer.